1. Principales componentes que caracterizan la web social o 2.0:
INTERACTIVIDAD: la web social tiene como característica principal las opciones que a múltiples niveles ofrece al internauta para no sólo acceder a la información sino para participar de la creación de dichos contenidos.
HORIZONTALIDAD: desaparecen los órdenes jerárquicos para establecerse una comunicación bidireccional al mismo nivel, entre las personas.
DINAMISMO: el contenido se transforma, se actualiza, se difunde y se reutiliza.
FLEXIBILIDAD: tanto en la estructura de presentación como en los lenguajes utilizados, se busca que exista una completa autonomía del contenido, haciéndolo cada vez más independiente del diseño original con el que es presentado por primera vez en la web.
ORGANIZACIÓN MULTINIVEL: la información deja de estar linealmente indexada para liberar su contenido de las estructuras de carpetas y categorías, mediante la aparición del uso de los tags. Esta tecnología favorece la búsqueda semántica en la red, arrojando resultados más precisos y ricos y favoreciendo la calidad de las búsquedas de información.
DEMOCRATIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN: no sólo en lo referente a la facilidad de acceso a la misma, mediante una conexión a Internet por ordenador, sino que gracias a la interactividad la generación de contenidos pasa al dominio del público general, que con pocos conocimientos técnicos puede presentar sus aportaciones, quitando este “privilegio” a los profesionales de los medios convencionales de comunicación tradicionales.
2. Elementos que deberían estar presentes en una comunidad virtual basada en el uso de software social para convertirse en comunidad de práctica:
Etienne Wenger(2001:100-114), plantea tres dimensiones que han de sustentar la relación entre los conceptos “comunidad” y “práctica”, de manera de llegar a definir una comunidad cuya fuente de coherencia se fundamente en la práctica. Estos son:
COMPROMISO MUTUO: El punto de partida de una comunidad de práctica radica en el desarrollo de acciones cuyo significado negocian mutuamente sus participantes. Para que este compromiso se establezca, es importante trabajar la cohesión del grupo, dado que se caracterizará por su homogeneidad y parcialidad. Esto quiere decir que al reunir personas individuales que asumen “una identidad propia que se va integrando y definiendo cada vez más por medio del compromiso de la práctica” (Wenger, 2001:103) y que deben relacionarse significativamente con las aportaciones y los conocimientos de los demás, es decir integrando lo que no se sabe y no se hace de forma individual, se da lugar a la generación de contribuciones complementarias de personas diferentes entre sí. En suma, es más importante saber cómo dar y recibir ayuda que intentar saberlo todo.
NEGOCIACIÓN DE UNA EMPRESA CONJUNTA: La empresa que mantiene unida a una comunidad de práctica se caracteriza por ser el resultado de una negociación conjunta, definida por los participantes en el proceso mismo de emprenderla y no una simple meta establecida, es decir que crea entre los participantes unas relaciones de responsabilidad mutua que se convierten en una parte integral de la práctica.
REPERTORIO COMPARTIDO: “El repertorio de una comunidad de práctica incluye rutinas, palabras, instrumentos, maneras de hacer, relatos, gestos, símbolos, géneros, acciones o conceptos que la comunidad ha producido o adoptado en el curso de su existencia y que han pasado a formar parte de su existencia” Wenger, 2001:110)
Trabajar estas dimensiones, desde el punto de vista virtual, implica desarrollar entornos que se caractericen por el uso de herramientas de comunicación sincrónicas y asincrónicas, cuyo objetivo sea el facilitar la interacción y comunicación entre los miembros de la comunidad, con el fin de facilitar las negociaciones y consensos a los que han de llegar. También se ha de tener presente las relaciones interpersonales y la cohesión del grupo y de las personas que lo conforman, quienes, desde su individualidad, necesitarán encontrar y sentir que tienen un objetivo común que alcanzar. En esta línea, un repertorio compartido podría estar compuesto por herramientas tipo wikis, foros, blogs, chats e incluso el email, implementados en una plataforma virtual que facilite, de forma flexible, el dinamismo del contenido y la interactividad entre sus participantes para el desarrollo del trabajo colaborativo.
Bibliografía:
Wenger, E (2001): Comunidades de práctica. Aprendizaje, significado e identidad. Barcelona: Paidós.
Entradas
